“Maestro, cuál es
el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo
tu corazón, y con toda tu alma, y con
toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento” Mateo 22:36-38
A
veces uno se pregunta por qué los papás insisten tanto en las mismas cosas: “Ojo
con éste amigo”, “No te quedes hasta muy tarde” etc etc, frases que en la
mayoría de las veces nos parecen exageradas porque creemos tener el control de
todo jeje.
Si
eres fiel en congregarte también te encuentras con tus líderes exhortándote una
y otra vez en amor hacia: “No estés en yugo desigual”, “Espera en El Señor”, “Obedece
a tus padres aunque sean difíciles” etc etc, frases que en la mayoría de las
veces nos parecen triviales porque creemos que que nadie entiende nuestro caso
particular.
A
medida que vamos creciendo, (espero que no sea demasiado tarde) vamos
entendiendo cuánta razón hay en esas advertencias, y de hecho si ya somos
padres o líderes, de seguro ya sabemos que hay que seguir repitiendo e
insistiendo con igual o mayor intensidad.
Así
es nuestro Sabio Dios!! El también nos advierte con amor acerca del peligro de
hacer alianzas con el mundo, de ser como aquellos que no conocen de Dios en
nuestro comportamiento, nuestro enfoque y nuestros propios pecados. Que dolor….
El
principio de la obediencia al Señor es claro. El anhela cosas superiores para
sus hijos, El anhela cuidarnos de los tropiezos que los ídolos del mundo (desde adoración a imágenes hasta adoración a personas,
circunstancias, y vicios) pueden causar a aquellos que queremos agradar a Dios
de todo corazón, fuerza, mente y alma.
La
Biblia me enseñaba éstos días que Dios nos cuida tanto, nos ama tanto, quiere
que andemos sin tropiezo alguno, y no solo nosotros sino también nuestros hijos
y las generaciones venideras. Te animo a madurar no solo físicamente sino
espiritualmente, ya es hora de entender que no es por molestar, que no es un
juego, es nuestra propia vida la que corre el riesgo de destruirse por no creer
lo que Dios nos advierte.
Deuteronomio
7:2-4,16
y
Jehová tu Dios las haya entregado delante de ti, y las hayas derrotado, las
destruirás del todo; no harás con ellas alianza, ni tendrás de ellas
misericordia.
Y no emparentarás
con ellas; no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo.
Porque
desviará a tu hijo de en pos de mí, y servirán a dioses ajenos; y el furor de
Jehová se encenderá sobre vosotros, y te destruirá pronto. Y
consumirás a todos los pueblos que te da Jehová tu Dios; no los perdonará tu
ojo, ni servirás a sus dioses, porque te será tropiezo.
1 comentario:
Que bonita exhortación, muchas, muchas, muchas gracias
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