Los motivos del arresto de Pedro y Juan
En los versículos 1-3 del capítulo 4 se describe
que: “Hablando ellos al pueblo,
vinieron sobre ellos los sacerdotes con el jefe de la guardia del templo, y los
saduceos, resentidos de que enseñasen al
pueblo, y anunciasen en Jesús la
resurrección de entre los muertos. Y les echaron mano, y los pusieron en la
cárcel hasta el día siguiente, porque era ya tarde.”
Podemos ver que las autoridades veían con
desagrado que Pedro y Juan hablasen sobre Jesús al pueblo.
La defensa de Pedro
En los versículos 4 al 7 podemos ver como se realiza la constitución del concilio integrado
por los gobernantes, los ancianos, los escribas y los sumos sacerdotes judíos,
en los pasajes 8 al 12 de éste capítulo Pedro siendo guiado por el Espíritu
Santo contradice las acusaciones y responde el interrogatorio realizado por los
sumos sacerdotes siendo de gran importancia lo narrado en los versículos 11 y
12: “Este Jesús es la piedra reprobada
por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no
hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.”
Pedro enfrenta a las autoridades judías y les hace
caer en cuenta del error cometido al haber dado muerte a Jesús hablándoles
claramente de la salvación en él.
La decisión del Concilio
En los versículos 13 al 16 podemos ver la
impotencia del concilio ante la defensa de Pedro y la imposibilidad de negar la
obra de Cristo, en los pasajes 17 y 18 se establece que: “Sin embargo, para que
no se divulgue más entre el pueblo, amenacémosles
para que no hablen de aquí en adelante a hombre alguno en este nombre. Y
llamándolos, les intimaron que en
ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús.”
El concilio completamente incapaz de refutar los
argumentos presentados no encuentra más salida que recurrir a la violencia para
impedir que Pedro y Juan siguieran hablando de Jesús.
La respuesta final de Pedro y Juan
En los versículos 19 y 20 encontramos la posición
final de estos dos varones de Dios “Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles:
Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque
no podemos dejar de decir lo que hemos
visto y oído.”
Aún después de haber sido encarcelados, interrogados y amedrentados por
las autoridades judías la respuesta final de Pedro y Juan es contundente y es
continuar con el cumplimiento del legado de Jesús.
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