A Dios no le
interesan para nada las cosas materiales, ni las ofrendas dadas por cumplir, si
detrás de ellas no hay un corazón limpio y sincero, dispuesto a obedecerle en
TODO.
En Miqueas 6:6-9
encontramos una aplicación bien interesante para nuestras vidas como auténticos
creyentes :
6¿Con qué me
presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con
holocaustos, con becerros de un año? 7¿Se agradará Jehová de
millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por
mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma? 8Oh hombre, él te ha declarado lo que es
bueno, y qué pide Jehová de ti:
solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios. 9La
voz de Jehová clama a la ciudad; es sabio temer a tu nombre. Prestad atención
al castigo, y a quien lo establece.
Dios, a través de
Su Palabra, día a día nos muestra lo que es bueno y lo que Él pide de nosotros,
lo cual se resume en tres cosas que son bien importantes:
Hacer justicia, es decir
ser equilibrados en todo lo que hagamos, pensando en los demás antes que en mí.
No inclinar la balanza injustamente hacia mí, sino pensar en lo que viven y
sienten los demás.
Amar misericordia, es
decir, tener siempre en mi mente y en mi corazón ese mismo sentir que hubo en
Cristo Jesús, quien a pesar de mi pecado y mi pobre condición humana, nunca se
olvidó, ni se olvidará de mí, siempre estará presto a escucharme, limpiarme y
restaurarme; debo tener ese mismo sentir por las demás personas que aún no han
entendido, y esperar pacientemente a que Dios dé el espacio para acercarme a
ellos y hablarles sabia y tiernamente, con gracia.
Humillarte ante tu Dios, es decir, entender que yo solo no puedo hacer nada, siempre debo depender 100% de Dios en cualquier decisión que tome. Solamente ÉL será capaz de sacarnos de una vida de tibieza, de pecado y de angustias. Debo humillarme ante ÉL reconociendo que yo solo, en mis fuerzas, no puedo.
En estas tres cosas
se resume lo que es bueno y lo que Dios espera de mí, así que debo ser JUSTO,
debo ser MISERICORDIOSO, y DEPENDER 100% de ÉL, entregándole
todas mis cargas para que ÉL las maneje a Su manera. TODO esto no se puede dar
en nuestras vidas mientras no escuchemos la voz de Dios, mientras no haya ese
temor reverencioso por ÉL, y mientras que no entendamos que ÉL nos ama y nos
disciplina a fin de que le agrademos en TODO.
Como siempre trato de hacerlo, te muestro
algunos Mandamientos que Dios
nos da en este corto pasaje:
Ø
Entender que
Dios es Espíritu y que para ÉL no tienen ningún valor las riquezas materiales.
Ø
Tener claro
que nada saca el hombre con todas sus riquezas si su alma está perdida.
Ø
Ser sabio,
escuchando el consejo de Dios y entendiendo lo que es bueno y lo que Dios
espera de mí.
Ø
Ser justo en
todo lo que haga
Ø
Ser
misericordioso con todos los seres humanos
Ø
Humillarme
delante de Dios mostrando mi total dependencia de ÉL.
Ø
Entregarme
incondicionalmente en las manos de Dios.
Ø
Aceptar su
disciplina y temerle con reverencia, escuchado siempre su Sabio Consejo.
¡¡¡ Disfruta este fin de semana
siendo JUSTO, MISERICORDIOSO y HUMILDE !!!
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