domingo, 17 de junio de 2012

PORQUE CUANDO SOY DÉBIL, ENTONCES SOY FUERTE


Muy buenas noches, me gustaría que viéramos unos versículos que se encuentran en el libro de II de Corintios, especialmente en los últimos capítulos y nos hablan de la manera en que la GLORIA, solo le pertenece a Dios y del cuidado que debemos tener al querer gloriarnos de algo que solo le corresponde a Dios.

“Más el que se gloría, gloríese en el Señor; porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba” 2 Corintios 10:17-18

“Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo” 2 Corintios 12:9

“Me he hecho un necio al gloriarme; vosotros me obligasteis a ello, pues yo debía ser alabado por vosotros; porque en nada he sido menos que aquellos grandes apóstoles, aunque nada soy” 2 Corintios 12:11

Devocionalmente hablando, lo primero que me impactaba era que si podemos gloriarnos, pero esta gloria debe ser en Dios, no en nosotros mismos, también como Pablo ha aprendido que el poder de Dios se perfecciona en su debilidad, por lo tanto  Pablo se gloriará de “buena gana” en sus debilidades (aceptando la voluntad de Dios en su vida), para que el poder de Cristo ahora repose, permanezca en su vida.

Cuando nos gloriamos somos unos necios y Pablo recuerda que su posición ante la de Dios “nada es” y cuando nos gloriamos Dios se encarga de recordarnos que no debemos gloriarnos sino en Él.

“Porque aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios. Pues también nosotros somos débiles en él, pero viviremos con él por el poder de Dios para con vosotros” 2 Corintios 13:4

Jesús fue crucificado en debilidad, se dejó humillar, pisotear, torturar, lastimar, estaba indefenso (siendo el Señor), colgado en un madero,  expuesto y todo por amor a nosotros. Ahora cuando tomamos nuestra cruz podemos quedar también aparentemente expuestos, aparentemente débiles, pero así como Dios lo resucitó al tercer día con poder, ahora podemos experimentar el poder de Dios en nuestro andar.

“Llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos” 2 Corintios 4:10

Queremos que la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos, entonces debemos llevar por todas partes (trabajo, casa, Iglesia, barrio, estudio, amigos, familia, conocidos, desconocidos) la muerte de Jesús.

“Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias;  PORQUE CUANDO SOY DÉBIL, ENTONCES SOY FUERTE. 2 Corintios 12:10


Esa fortaleza es para ponerla a sus pies y usarla en el avance su reino.

Te deseo una feliz semana, llena de la paz y de la Gloria que solo le pertenece a nuestro Dios.

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