Muy buenos
días para todos, pido disculpas, este es el blog del día domingo.
17. “No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno
delante de todos los hombres. 18. Si es posible, en cuanto
dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. 19. No
os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios;
porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. 20. Así
que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de
beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. 21. No
seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal”. Romanos
12:17-21
En mi cita diaria llegué al capítulo 12 de romanos donde Dios
nos muestra unos deberes que tenemos como cristianos ante Él, ante nuestros
hermanos, ante el mundo perdido y aún ante nuestros enemigos y me impactaba
como Dios espera que nuestro comportamiento ante las personas que nos intenten
afectar de algún un modo sea de respeto, paciencia, amor, misericordia, perdón
y de dejar que el mal sea vencido solo por el bien que proviene de Dios.
No pagar, no dar a cambio, mal por mal y siempre si depende
de nosotros en todo momento, a cualquier hora, en todo lugar desear el bien a
todos y estar en paz con todos. ¡Qué reto! Definitivamente nuestra carne y
orgullo deben quedar a un lado.
No vengarnos, no usar nuestras palabras, nuestros gestos,
nuestras manos para vengarnos de algo que tal vez nos ha puesto muy mal, es
algo que debemos entregarle a Dios para que el haga justicia conforme a su
voluntad y no cargarnos con rencores, malos pensamientos o deseos.
El versículo 20 empieza “así que”, como consecuencia, mejor
esto, concluyendo: si tu enemigo está mal (en este caso hambre y sed), nuestro
deber es darle de comer, suplir esa necesidad que tiene (es una necesidad) y
que mejor que ayudarle físicamente, pero también espiritualmente: mostrándoles
el pan y el agua de vida: NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.
El 21 fue de los que más me gustó en este capítulo, siempre
el bien debe triunfar sobre el mal, y solo se vence el mal con el bien. Jesús
ya venció el mal con el bien, ahora debemos seguir sus pisadas.
Una abrazo, feliz semana y nuevamente perdón por la demora.
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