jueves, 5 de abril de 2012
Y TÙ... ¿QUE HUBIERAS CONTESTADO ANTE TAL PETICIÒN?
Gènesis 22 es sin duda alguna un capìtulo fascinante. La mente, el corazòn y el mismo cuerpo de un padre (Abraham), son probados por Dios en su màxima expresiòn. Sabemos que probablemente conoces la historia pero sin embargo te pedimos que te tomes el tiempo para leerla de nuevo. Te dejamos con algunos apartes de la misma.
22:1-2 – “1Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. 2Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.”
La petición del Dios de Abraham (Nuestro Señor) es clara y directa. Abraham, quiero a tu hijo. Por tanto ve a tierra de Moriah y ofrécelo en holocausto. Esta petición para un padre no es algo fácil de asimilar. Sin embargo aprendamos de la reacción de Abraham.
22:3 – “3Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo.”
Abraham aùn luchando contra todo lo que esta petición pudo haber causado en su corazón, obedece a su Dios (Nuestro Dios) sin discutir la petición recibida previamente. Dios lo pidió y Abraham obedeció al pedido Divino. ¿Que hubìeramos hecho tu y yo ante semejante peticiòn? ¿Como habrìamos reaccionado?
22:4-5 – “4Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos. 5Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros.”
Abraham tenía la plena certeza de que Dios estaba en medio de toda esta situación. Nota algo. En los capítulos anteriores Dios había prometido a Abraham que en Isaac le sería llamada descendencia. En este momento Abraham va camino a sacrificar a su hijo Isaac sabiendo que Dios es poderoso aùn para levantar a su hijo de entre los muertos. Por eso mismo dice: iremos y volveremos a vosotros. Puedo imaginarme tan solo el contraste de sentimientos en el corazòn de Abraham. Sin embargo el va confiado en que la buena mano de Dios està en toda esta situaciòn.
22:6-8 – “6Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos. 7Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? 8Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos.”
No sè si estès pensando lo mismo que yo, pero que pregunta tan estremecedora la de Isaac y que respuesta tan segura la de Abraham. No puedo imaginar tan solo lo que sintió el corazón de Abraham al escuhar la pregunta de su hijo Isaac. Por dentro quizà pensarìa… Hijo, tù eres el cordero; pero mas adentro aùn; la voz de Dios diciéndole que el mismo se proveerìa de cordero para el holocausto.
22:9-10 – “9Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altara [a a 22.9: Stg. 2.21.] sobre la leña. 10Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo.”
Si lo habìas dudado acà vemos la clara respuesta de cómo Abraham esta dispuesto a ir hasta las últimas consecuencias con tal de obedecer lo que Dios mismo le había ordenado.
Puedo sentir el corazón de Abraham latiendo a mil por hora, puedo ver sus manos temblando al ver lo que està pasando, puedo contemplar quizá las làgrimas en sus ojos en este momento crucial; y sin duda alguna puedo notar la obediencia plena gobernando la totalidad de su corazòn.
Todo està dado. El cordero (Isaac) ya està sobre la leña, y la mano de Abraham ya se encuentra levantada con el cuchillo listo para realizar el sacrificio.
¿Habrìamos llegado tu y yo a semejante grado de obediencia aùn costándonos lo que en este momento cuesta (La vida de nuestro propio hijo)?
22:11-14 – “11Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. 12Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único.”
Dios llevò a Abraham al lìmite máximo y fue ahì donde Dios viò que Abraham en realidad temìa a Su Nombre. Es en esos momentos donde nuestra fe es probada por el mismo Dios, en los que Dios mismo ve si en realidad confiamos en Èl y tememos a su Nombre: o si nuestra fe es algo tan solo de labios para afuera. Me puedo imaginar la paz que Abraham sintió al oir la voz de Dios hablándole al oído y dándole la orden de no extender su mano sobre el muchacho.
Esta mañana te animamos a ser fieles a Dios hasta el final. Cuando crees que no das màs. Cuando las cosas ya parecen tener su final, cuando las esperanzas son mìnimas; es en ese momento donde Dios se manifestarà en su máxima expresión. Sino lo crees asì, tan solo mira como termina toda esta prueba en la vida Abraham.
22:13-19 – “13Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo 14Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá.19 [19 Heb. Jehová-jireh. ] Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto. 15Y llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el cielo, 16y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; 17de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar;] y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. 18En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz. 19Y volvió Abraham a sus siervos, y se levantaron y se fueron juntos a Beerseba; y habitó Abraham en Beerseba.”
Que buen final para uno que obedece. Y TÙ... ¿QUE HUBIERAS CONTESTADO ANTE TAL PETICIÒN?
Un abrazo y nos vemos mañana,
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