miércoles, 30 de marzo de 2011

A PROPÓSITO DE PREDICAR…


Retomando el tema de nuestro post de ayer acerca de la predicación, vino a mi mente el pasaje que transcribimos a continuación…

13Y el mensajero que había ido a llamar a Micaías, le habló diciendo: He aquí que las palabras de los profetas a una voz anuncian al rey cosas buenas; sea ahora tu palabra conforme a la palabra de alguno de ellos, y anuncia también buen éxito. 14Y Micaías respondió: Vive Jehová, que lo que Jehová me hablare, eso diré. - 2 Reyes 22:13-14

Este hombre Micaías nos recuerda la fidelidad que como Hijos de Dios le debemos a Él y a su Palabra. Todos los profetas alrededor de él (Micaías) estaban profetizando cosas buenas al rey de Israel (Acab), en parte con el ánimo de no incomodarlo o molestarle con sus palabras.

Una vez Micaías es llamado para profetizar, el mensajero que le llama le pide que sus palabras sean conforme a las palabras de los que habían hablado antes de él, y le pide que no vaya a cambiar el sentido ni el tono de las mismas. En palabras de hoy le dijo algo como:

“Ni se te ocurra ir a decirle al rey palabras adversas de parte de Jehová. Todos han hablado a favor del rey, tu no vas a echar todo a perder ahora.”

A lo que Micaías respondió: Vive Jehová, que lo que Jehová me hablare, eso diré.

Si Dios te ha llamado a predicar Su Palabra, se fiel en enseñarla tal como Él mismo nos la dejo. No la acomodes a favor ni en contra de algo o alguien. No importa quien sea el oyente. Si es rico o pobre, rey o esclavo, blanco o negro. Prédica la Biblia tal como Dios te ordena hacerlo y no la acomodes a tus propios intereses.

Si lees el resto de la historia verás las palabras fuertes que Micaías profetizó contra el rey Acab.

Nos vemos mañana,

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