1 Samuel 15 establece claramente que para el Señor no existen los términos medios en nuestra vida. Como creyentes podemos llegar a pensar que es posible entregar algunas áreas de nuestra vida al Señorío de Cristo, y dejar algunas otras por fuera de este (Su Señorío).
El rey Saúl tomó una “excelente” decisión (en su opinión), al no matar a Agag y a lo mejor de las ovejas, del ganado mayor, de los animales engordados y de todo lo bueno que había en la tierra de Amalec.
La orden divina había sido muy clara. No daba lugar a interpretaciones diferentes. El Señor había hablado, había expresado su voluntad para con los Amalecitas y había entregado su veredicto final en cuanto a este asunto; pero el rey Saúl la tergiversó cambiando por completo lo ordenado por el Señor.
“2Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo castigaré lo que hizo Amalec a Israel al oponérsele en el camino cuando subía de Egipto. 3 Ve, pues, y hiere a Amalec, y destruye todo lo que tiene, y no te apiades de él; mata a hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos.”
Algo que nos sorprende de toda la historia de este capítulo, es que Saúl tenía una convicción aparente de que con lo que había hecho estaba dando honor a su Dios. Este rey obedeció a medias y se olvidó de una verdad sencilla pero profunda.
Cuando el Señor habla; el hombre no tiene nada por añadir o quitar. La Palabra de Dios SIEMPRE estará por encima de la palabra del hombre.
7Y Saúl derrotó a los amalecitas desde Havila hasta llegar a Shur, que está al oriente de Egipto. 8 Y tomó vivo a Agag rey de Amalec, pero a todo el pueblo mató a filo de espada. 9 Y Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y a lo mejor de las ovejas y del ganado mayor, de los animales engordados, de los carneros y de todo lo bueno, y no lo quisieron destruir; mas todo lo que era vil y despreciable destruyeron.”
Saúl obedeció a medias. No hizo conforme a lo que Dios le había ordenado. Aún así pensaba que se encontraba en el centro de la voluntad de Dios.
¿Sabes? La obediencia a medias no existe. Eso se llama desobediencia. Para el Señor no existen términos medios. O somos fríos o somos calientes. La tibieza es abominación delante de nuestro Señor.
“14 Samuel entonces dijo: ¿Pues qué balido de ovejas y bramido de vacas es este que yo oigo con mis oídos? 15 Y Saúl respondió: De Amalec los han traído; porque el pueblo perdonó lo mejor de las ovejas y de las vacas, para sacrificarlas a Jehová tu Dios, pero lo demás lo destruimos.”
Con esa “obediencia”, el rey Saúl quiere rendir culto a Dios, algo que es imposible. Pensar que podemos agradar a Dios cuando le obedecemos a medias es solo un absurdo.
“22 Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.”
Desechar la Palabra del Señor nunca será una buena alternativa.
Nos vemos mañana,
PD – Esta noche a las 7 comienza nuestra conferencia misionera local. Vamos a estudiar la historia fascinante de Jonás, y el predicador que el Señor usará será nuestro amado pastor Pablo Clarck.
Tu Nínive Te Espera
Nos vemos esta noche,
El rey Saúl tomó una “excelente” decisión (en su opinión), al no matar a Agag y a lo mejor de las ovejas, del ganado mayor, de los animales engordados y de todo lo bueno que había en la tierra de Amalec.
La orden divina había sido muy clara. No daba lugar a interpretaciones diferentes. El Señor había hablado, había expresado su voluntad para con los Amalecitas y había entregado su veredicto final en cuanto a este asunto; pero el rey Saúl la tergiversó cambiando por completo lo ordenado por el Señor.
“2Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo castigaré lo que hizo Amalec a Israel al oponérsele en el camino cuando subía de Egipto. 3 Ve, pues, y hiere a Amalec, y destruye todo lo que tiene, y no te apiades de él; mata a hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos.”
Algo que nos sorprende de toda la historia de este capítulo, es que Saúl tenía una convicción aparente de que con lo que había hecho estaba dando honor a su Dios. Este rey obedeció a medias y se olvidó de una verdad sencilla pero profunda.
Cuando el Señor habla; el hombre no tiene nada por añadir o quitar. La Palabra de Dios SIEMPRE estará por encima de la palabra del hombre.
7Y Saúl derrotó a los amalecitas desde Havila hasta llegar a Shur, que está al oriente de Egipto. 8 Y tomó vivo a Agag rey de Amalec, pero a todo el pueblo mató a filo de espada. 9 Y Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y a lo mejor de las ovejas y del ganado mayor, de los animales engordados, de los carneros y de todo lo bueno, y no lo quisieron destruir; mas todo lo que era vil y despreciable destruyeron.”
Saúl obedeció a medias. No hizo conforme a lo que Dios le había ordenado. Aún así pensaba que se encontraba en el centro de la voluntad de Dios.
¿Sabes? La obediencia a medias no existe. Eso se llama desobediencia. Para el Señor no existen términos medios. O somos fríos o somos calientes. La tibieza es abominación delante de nuestro Señor.
“14 Samuel entonces dijo: ¿Pues qué balido de ovejas y bramido de vacas es este que yo oigo con mis oídos? 15 Y Saúl respondió: De Amalec los han traído; porque el pueblo perdonó lo mejor de las ovejas y de las vacas, para sacrificarlas a Jehová tu Dios, pero lo demás lo destruimos.”
Con esa “obediencia”, el rey Saúl quiere rendir culto a Dios, algo que es imposible. Pensar que podemos agradar a Dios cuando le obedecemos a medias es solo un absurdo.
“22 Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.”
Desechar la Palabra del Señor nunca será una buena alternativa.
Nos vemos mañana,
PD – Esta noche a las 7 comienza nuestra conferencia misionera local. Vamos a estudiar la historia fascinante de Jonás, y el predicador que el Señor usará será nuestro amado pastor Pablo Clarck.
Tu Nínive Te Espera
Nos vemos esta noche,
No hay comentarios:
Publicar un comentario