Salmos 34:4,6,8,19: “Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores. Este pobre clamó, y le oyó Jehová, Y lo libró de todas sus angustias. Gustad, y ved que es bueno Jehová;] Dichoso el hombre que confía en él. Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová”.
En estos momentos como familia Dios está usando una prueba de salud en nuestro pequeño Juan Felipe para mostrarnos su total soberanía sobre nuestras vidas. En estos momentos de prueba hemos gustado y visto la bondad de Dios como lo dice hoy algunos de los versículos que señalo del Salmo 34.
Hemos experimentado que cuando Dios obra en medio de la prueba, nos promete librarnos y efectivamente nos libra de los temores, de las angustias que se nos genera en lo más profundo de nuestra alma. Ahí es que podemos experimentar un especial gusto por el poder de nuestro Dios y una vida de oración plena desde lo más profundo de nuestro ser. Si no fuera porque le tenemos a él, no sé qué sería de nosotros en medio de lo que estamos viviendo como familia.
El domingo 30 de mayo fue un día salido de lo común para Sarita y para mí. Actualmente gracias a Dios nuestro Juan Fe se recupera de salud y estamos en manos de Dios para que él lo sane y podamos saber qué tiene nuestro hijo. Nuestra vida de intimidad con el Señor se ha hecho más intensa desde ese domingo, hemos podido considerar nuestra vida cristiana y hemos podido gustar que a los que amamos a Dios todas las cosas nos ayudan a bien.
El domingo pasado también estuvimos con nuestro hijo en urgencias de la clínica Materno infantil. Allí seguimos viendo la mano de Dios. Vimos a la esposa de un vecino y compañero de trabajo quien se veía muy mal de salud. Oramos por ella, Laura, y nos dimos cuenta de manera más evidente, lo vulnerables que son quienes no conocen al Señor y cuánto necesitan de él.
Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas nos librará Jehová!
¡Joven, Que tengas un día lleno del Señor!
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:)
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