Algo que me inquietado en mi estudio de la Biblia por el Antiguo testamento, es ver la historia de hombres que tenían comunión con Dios, pero al pasar del tiempo echaron para atrás y sufrieron las consecuencias de su desobediencia.
Durante un poco mas de dos semanas he estado estudiando la vida de Saúl, cuyo nombre traduce: pedido, requerido, solicitado. Una historia que data de los años 1029–1005 a.C.
Dice la Biblia en 1 Samuel 9:2 que Saúl era un joven hermoso, alto, fue el escogido de Dios para ser el primer Rey de Israel, 1 Samuel 9:17, 10:1 Samuel lo unge como Rey. Saúl tiene su primera prueba en una batalla contra los amonitas, los cuáles derrota. 1 Samuel 11:11, 15 Saúl procede con sabiduría y el pueblo esta alegre.
Al poco tiempo cuando seguimos la historia de Saúl el panorama cambia, Saúl se vuelve un hombre impaciente 1 Samuel 13:7-14, toma malas decisiones, desobedece a Dios mostrando su rebeldía1 Samuel 15:19-21 y su obstinación 1 Samuel 15:13-21y sufre las consecuencias de sus actos pues muere clavándose su propia espada, aquella espada que antes era su arma para batallar, ahora era la usada para morir
Aplicación:
Hoy en día le pasa a mucha gente que Dios salva (1 pedro 2:9 pueblo escogido, real sacerdocio, nación santa, Juan 15:16 Yo os elegí a vosotros), cristianos que ven la mano de Dios en su vida pero no permanecen.
Permanecer es una palabra importante: Juan 15: lo repite 11 veces, se fiel hasta la muerte, persevera, lucha, soporta las aflicciones etc.
Aquí es donde muchos cristianos de doble animo se quedan por el camino, se enredan en los negocios de la vida, se dejan engañar fácilmente y se apartan.
Te animo joven a que no te quedes en el camino, hay una triste realidad y es ver como algunos se apartan de la Fe.
Si te sientes desanimado y apunto de “abandonar a Dios” yo te aconsejo que no lo hagas, solo él tiene palabras de vida eterna, ÉL es el camino, la verdad y la vida, nadie te ama como ÉL y la muestra de su amor es que te tendrá que disciplinar si persistes en tu mal camino, porque Dios al que ama disciplina y azota al que recibe por hijo.
Así que mi hermano es mejor buscar esa santificación por las buenas y no por los azotes.
Abrazos y nos vemos mañana en las reuniones de jóvenes.
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