miércoles, 3 de marzo de 2010

CUANDO A DIOS HACES PROMESA… NO TARDES EN CUMPLIRLA

Esta mañana te pido que tomes un buen tiempo para leer el pasaje que citamos a continuación. Ponte cómodo, refresca tu mente y dispón tu corazón para leer lo que el Señor mismo registró en esta porción de su palabra.

Antes de hacerlo te animo a que pienses en esas ocasiones en las que le has dicho a Dios algo así como:

Señor, si tu haces tal cosa, yo me comprometo a hacer tal otra. Por ejemplo:

Si TÚ me das un trabajo, me comprometo a:

1. Darte las primicias de ese trabajo a ti.
2. Me comprometo a predicar tu evangelio a las personas que pongas a mí alrededor.
3. Me comprometo a ayudar al necesitado.
4. Me comprometo a darte la prioridad a ti por encima de ese trabajo sean cuales sean las circunstancias.
5. Me comprometo a Etc, Etc, Etc…

Si tú me das un novio me comprometo a:

1. Darte más importancia a ti que a mi novio.
2. Me comprometo a guardar mi cuerpo para ti.
3. Me comprometo a buscar tu voluntad en cada etapa del noviazgo.
4. Me comprometo a terminar la relación si mi novio no está en intimidad contigo.
5. Me comprometo a … Etc, Etc, Etc…

Si tu… Entonces yo… Complétalo como quieras. Algo que estés viviendo. Algo que estés pensando. Algo que honestamente te gustaría sucediera en algún momento de tu vida.

Ahora si el pasaje; lo encontramos en el libro de Jueces en el capítulo 11 los versos 29-32 y 34-40.

“29Y el Espíritu de Jehová vino sobre Jefté; y pasó por Galaad y Manasés, y de allí pasó a Mizpa de Galaad, y de Mizpa de Galaad pasó a los hijos de Amón. 30Y Jefté HIZO VOTO A JEHOVÁ, diciendo: Si entregares a los amonitas en mis manos, 31cualquiera que saliere de las puertas de mi casa a recibirme, cuando regrese victorioso de los amonitas, será de Jehová, y lo ofreceré en holocausto. 32Y fue Jefté hacia los hijos de Amón para pelear contra ellos; y Jehová los entregó en su mano” – “34Entonces volvió Jefté a Mizpa, a su casa; y he aquí SU HIJA que salía a recibirle con panderos y danzas, y ella era sola, su hija ÚNICA; no tenía fuera de ella hijo ni hija. 35Y cuando él la vio, rompió sus vestidos, diciendo: ¡Ay, hija mía! en verdad me has abatido, y tú misma has venido a ser causa de mi dolor; porque le he dado palabra a Jehová, y no podré retractarme.e [e e 11.35: Nm. 30.2.] 36Ella entonces le respondió: Padre mío, si le has dado palabra a Jehová, haz de mí conforme a lo que prometiste, ya que Jehová ha hecho venganza en tus enemigos los hijos de Amón. 37Y volvió a decir a su padre: Concédeme esto: déjame por dos meses que vaya y descienda por los montes, y llore mi virginidad, yo y mis compañeras. 38El entonces dijo: Ve. Y la dejó por dos meses. Y ella fue con sus compañeras, y lloró su virginidad por los montes. 39Pasados los dos meses volvió a su padre, QUIEN HIZO DE ELLA CONFORME AL VOTO QUE HABÍA HECHO. Y ella nunca conoció varón. 40Y se hizo costumbre en Israel, que de año en año fueran las doncellas de Israel a endechar a la hija de Jefté galaadita, cuatro días en el año.”

Tremenda historia. Jefté había hecho un compromiso con el Señor y no cualquier compromiso. La vida de su hija estaba de por medio, no obstante Jefté cumplió lo que había prometido al Señor, y tú…

Cumples lo que prometes. Mira a Jefté y toma resoluciones de corazón. Aún en medio de la alegría como consecuencia por la batalla ante los amonitas, y de la tristeza por la partida de su hija; Jefté vio la mano de Dios de manera literal puesta sobre su vida.

CUANDO A DIOS HACES PROMESA… NO TARDES EN CUMPLIRLA.

Vale la pena,

Nos vemos mañana,

2 comentarios:

MAC dijo...

Haciendo un balance general de mis promesas confiso publicamente que muchas veces al orar por una determinada necesidad he realizado algunos ofrecimientos futuros al Señor los cuales no he cumplido, siendo realista esas promesas incumplidas son practicamente iguales que mentir y se constituyen en pecado.

Gracias por este mensaje tan hermoso y practico.

Un abrazo.

MAC

Anónimo dijo...

Soy obsesivo compulsivo y a veces sufro mucho por equivocarme al prometer a Dios.Se lo digo pero creo que no me hace caso, creo que es un error porque dudo que el sea cruel.Pero la incertidumbre me tortura.Alguna vez me da la sensación de haber prometido hacer algo malo y yo no quiero estar sujeto a eso.Dios tiene en cuenta las promesas sobre hacer algo malo o le resultan invalidas¿ Yo no deseo hacer cosas malas, me perdonará?