Dios, de una manera
u otra siempre nos recalca sobre el cumplimiento de sus mandamientos y hoy,
específicamente nos muestra la importancia de NO JUZGAR a los demás, ni
condenar a nadie, sino más bien PERDONAR, si queremos ser perdonados y si no
queremos ser juzgados y condenados.
37No
juzguéis, y no seréis
juzgados; no condenéis, y no
seréis condenados; perdonad,
y seréis perdonados.38Dad,
y se os dará; medida buena, apretada,
remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con
la misma medida con que medís, os volverán a medir. 39Y les decía una parábola: ¿Acaso puede un ciego guiar a otro
ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo? 40El discípulo
no es superior a su maestro; mas
todo el que fuere perfeccionado, será como su maestro. 41¿Por qué miras la paja que está en el ojo
de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?
42¿O cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, déjame sacar la paja que
está en tu ojo, no mirando tú la viga que está en el ojo tuyo? Hipócrita,
saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la
paja que está en el ojo de tu hermano. - Lucas 6:37-42
A través de este
pasaje Dios nos recuerda cuatro mandamientos que son esenciales en la vida de
un creyente cuando esperamos que Dios nos colme de sus bendiciones.
La promesas de Dios
son claras y debemos esperar a que se cumplan, tal vez no hemos sabido dar de nosotros
todo lo que podemos dar, nos falta dar más amor, más ternura, más sacrificio,
más entrega, más diligencia. Seguramente que cuando todas estas cosas mejoren,
entregando de lleno todas nuestras vidas a la Obra del Señor, Él estará
dispuesto a darnos todo lo que nos promete.
Jovencitos, aún nos
falta ser ejemplo en muchas cosas de las que Dios nos manda: Más estudiosos,
más santos, más, mucho más parecidos a
Cristo, más examinadores de nuestros errores, más dominadores de nuestros
impulsos pecadores, más reconocedores de nuestros errores, más misericordiosos, más perdonadores,
menos ofensivos, etc, etc.
Varios MANDAMIENTOS
para recordar y VIVIR en nuestro andar diario:
- No juzgar a nadie
- No condenar a nadie
- Aprender a perdonar siempre
- Dar todo lo que podamos antes que esperar en recibir.
- Las promesas de Dios son fieles y debo seguir esperando en ellas.
- Examinarme todos os días a la luz de la Palabra para combatir firmemente contra mis pecados
- Mirarme a mí antes que andar mirando a los demás.
- Quitar de mi todo resentimiento contra los demás
- Ver la parte buena en los demás.
Dios nos recalca la importancia de no andar
juzgando a los demás:
1. Cuatro mandamientos claves: No juzgar. No
condenar, Perdonar y Dar (Vs 37-38)
2. Si queremos ser maestros, nuestro
testimonio debe estar limpio con base en estos 4 mandamientos (Vs 39-40)
3. Si
queremos ser maestros debemos limpiar primero nuestras vidas para ayudar
a limpiar la vida de otros (Vs 41-42)
Recordemos hoy
y siempre que no hay que juzgar a los demás, no hacer a otros lo que NO quiero
que me hagan a mí. Es un consejo dado muy amorosamente por un Dios JUSTO, que
todo lo ve y que nos muestra que de lo que sembremos, eso mismo vamos a
cosechar.
Es muy impactante ver el llamado que Dios me haces a perdonar, a ser
justo, a no juzgar a nadie. A ser SANTO.
Los invito a aplicarlo, siendo JUSTOS en todas nuestras actitudes, midiendo cada
una de nuestras palabras, de nuestros pensamientos y actitudes, mirándonos a
nosotros mismos antes que andar mirando los defectos de los demás.
Nos
veremos en el Retiro Nacional de Jóvenes
Fabio
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