Hoy quiero que
examinemos uno de los pasajes más prácticos de la Biblia para la vida del
creyente. Es un pasaje que nos muestra claramente el CAMBIO que SOLO DIOS puede
hacer en la vida del ser humano, un pasaje que nos recuerda claramente la vida
antigua y la vida nueva. Veámoslo:
5Haced morir, pues, lo
terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos
deseos y avaricia, que es idolatría; 6cosas por las cuales la ira de
Dios viene sobre los hijos de desobediencia, 7en las cuales vosotros
también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. 8Pero
ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia,
palabras deshonestas de vuestra boca.
9No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con
sus hechos, 10y revestido del nuevo, el cual conforme a
la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno, 11donde
no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita,
siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos. 12Vestíos,
pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de
benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; 13soportándoos
unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que
Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. 14Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el
vínculo perfecto. 15Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones,
a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.
16La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y
exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros
corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. 17Y
todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del
Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él - Colosenses 3:5-17
Este es uno de los
pasajes más prácticos de la Biblia, en donde Dios nos invita a hacer MORIR en
nosotros esas cosas TAN GRAVES que impiden tener una buena relación con ÉL,
cosas que son aberrantes ante los ojos de Dios: Fornicación, impurezas,
pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia.
Luego, el Señor
continua la lista de OTRAS cosas que tampoco le agradan, puede que
aparentemente no sean tan graves, pero son PECADO: La ira, el enojo, la
malicia, la blasfemia, las palabras deshonestas, la mentira.
Después, Dios me recuerda hoy cómo debe ser nuestro
vestido, algo muy especial, muy diferente a lo que el mundo piensa. Nuestro
vestido como escogidos de Dios debe estar precedido por la misericordia,
seguido de muchas otras virtudes : benignidad, humildad, mansedumbre,
paciencia, siendo capaz de soportar a los demás y de perdonar a quien sea.
Y también, Dios me
recuerda que mi manera de perdonar debe ser como lo hizo Jesús. Además Dios me
hace caer en cuenta que todas estas vestimentas interiores deben estar
cubiertas por el AMOR que es el vínculo perfecto. Solamente así, la PAZ de Dios
va a gobernar en nuestros corazones. Debemos estar agradecidos con Dios por lo
que hace y las bendiciones que derrama sobre nosotros cuando somos obedientes y
sumisos a ÉL.
La única forma de
lograr que haya un cambio en nuestras vidas, y de dejar atrás esa vida de
pecado para que podamos glorificar a Dios, es alimentándonos sabiamente con SU
PALABRA, la cual debe ABUNDAR en nosotros; y para que haya esa abundancia, es
necesario alimentarnos a cada instante con ella, es necesario estudiarla,
guardarla, analizarla, entenderla, meditarla y orar fervientemente para que
Dios permita que la pongamos en práctica hasta en los más mínimos detalles.
Solamente
LLENÁNDONOS de la Palabra de Cristo, estaremos aptos para vivir una vida
abundante espiritualmente y para poder enseñar y exhortar a otros, mostrándoles
que realmente es la fuente de vida y que SI puede transformar y actuar con
poder. Esa digestión de la Palabra debe estar acompañada de acción de gracias
demostradas diariamente a través de la adoración y la alabanza, una alabanza
que salga de lo profundo del corazón.
No puede haber un
alimento más fortificante que este. Al fin y al cabo todo alimento material
llega al punto de poder causar repugnancia y hastío, en cambio, el alimento de
la Palabra de Dios es inagotable y cada vez tiene mejor SABOR y da más y más
fruto a través de vidas realmente transformadas. Dios me recuerda finalmente
que TODO lo que haga en mi vida debo hacerlo en el Nombre de Jesús y siempre
con acción de gracias por medio de ÉL.
Resumiendo este pasaje a y a manera de REPASO,
podemos decir que Dios nos muestra claramente el CAMBIO que solo Dios hace, el
proceso de SANTIFICACIÓN progresiva, es decir en el día a día y nos trae a la
mente 4 cosas:
1. La santificación empieza por deshacernos de
los pecados MAS HORRIPILANTES (Vs 5-7)
2. Esa santificación continua dejando atrás
otros pecados que parecen no ser tan graves, pero que son pecado (Vs 8-11)
3. La fase final de la santificación tiene que
ver con la manifestación del FRUTO del E.S. en nosotros, impregnado de
AMOR (Vs 12-14)
4. El fruto de esa santificación es la PAZ de
Dios gobernando nuestras vidas, basadas 100% en Su Palabra (Vs 15-17)
Somos privilegiados, tenemos un Dios excesivamente paciente quién
detalladamente nos muestra TODO lo que debemos abandonar y lo que debemos
cultivar para hacer Su Voluntad
Personalmente me impacta ver la forma tan detallada en que Dios nos
muestra el pecado y la forma en que debemos reemplazarlo por virtudes que de
verdad valen la pena.
Finalmente, creo que la mejor forma de aplicar este pasaje a mi vida es
rrecordando permanentemente este pasaje y volviéndolo VIDA
en mí, con la ayuda de Dios, desde luego. Recordando que aún hay cosas de estas
que están presentes en mi vida y que debo dejarlas por completo así parezcan
insignificantes. Pecado es pecado. En pocas palabras, manteniendo mi testimonio
IRREPRENSIBLE en TODO y con TODOS.
No dejes de asistir
a la iglesia, edifícate, crece, da fruto.
Fabio