Arrancando el mes de febrero
seguimos adentrándonos en el libro de Isaías. Revisemos un versículo que
contiene cuatro verdades sobre la humanidad y su proceder.
Isaías 47:10
“Porque te
confiaste en tu maldad, diciendo: Nadie me ve. Tu sabiduría y tu misma ciencia te engañaron, y dijiste en tu corazón: Yo, y nadie más.”
¿CUÁL ES LA FUENTE DE NUESTRA CONFIANZA?
El pasaje nos muestra la jactancia que sienten los
hombres que obran mal y que tienen su esperanza puesta en esas obras.
Salmos 52:7
“He aquí el
hombre que no puso a Dios por su fortaleza,
Sino que
confió en la multitud de sus riquezas,
Y se mantuvo en su maldad.”
Proverbios 28:26
“El que confía
en su propio corazón es necio;
Mas el que camina en sabiduría será librado.”
Isaías 31:1
“¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y confían en caballos; y su esperanza ponen
en carros, porque son muchos, y en jinetes, porque son valientes; y no miran al Santo de Israel, ni buscan a
Jehová!”
Jeremías 17:5
“Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y
su corazón se aparta de Jehová.”
Eso éramos antes de profesar nuestra fe en
Jesucristo.
Pensemos en donde tenemos depositada nuestra
confianza, sí en nuestras obras humanas y lo que desagrada a Dios, o en Él y su
Palabra.
Proverbios 3:26
“Porque Jehová
será tu confianza,
Y él preservará tu pie de quedar preso.”
DIOS TODO LO VE
Adán y Eva los primeros pecadores de la historia de
la humanidad pretendieron esconderse de la presencia de Dios y ocultar su
transgresión.
Génesis 3:8
“Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el
huerto, al aire del día; y el hombre
y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del
huerto.”
Esa actitud es constante en los seres humanos.
Isaías 29:15
“¡Ay de los que se esconden de Jehová, encubriendo el consejo, y sus obras están en tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, y quién nos conoce?”
Aunque la humanidad niegue que Dios es todo
poderoso, sabemos que es omnipresente y tiene la capacidad de estar en todas
partes y ninguna acción humana puede escapar a su observación.
Proverbios 15:3
“Los ojos de Jehová están en todo lugar,
Mirando a los malos y a los buenos.”
Job 34:21-22
“Porque sus
ojos están sobre los caminos del hombre,
Y ve todos
sus pasos.
No hay tinieblas ni sombra de muerte
Donde se escondan los que hacen maldad.”
SABIDURÍA Y CIENCIA DIFERENTES
Existen dos tipos de conocimiento, el humano y terrenal
que no proviene de la verdad ni conduce a ella, y el que proviene de Dios,
divino y absoluto acorde con la Biblia.
La sabiduría descrita en Job 28:28: “Y dijo al
hombre: He aquí que el temor del Señor es la
sabiduría…”.
La inteligencia descrita igualmente en Job 28:28:
“Y el apartarse del mal, la inteligencia.”.
La ciencia de Dios descrita en Números 24:16: “Dijo
el que oyó los dichos de Jehová, Y el que sabe la ciencia del Altísimo, El que vio la visión del Omnipotente; Caído,
pero abiertos los ojos:”.
La sabiduría humana y mundana solo conducen al engaño,
por el contrario, el temor del Señor, el apartarse del mal y el conocimiento de
Dios nos alejan de la mentira.
DEJAR EL EGOCENTRISMO
El origen de la maldad radica en ese amor propio
desproporcionado del hombre por sí mismo, esa exagerada exaltación de la propia
personalidad, hasta considerarla como centro de la atención y actividad
generales.
Isaías 14:13-14
“Tú que decías
en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré,
a los lados del norte; sobre las alturas
de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.”
Ezequiel 28:2
“Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Así ha
dicho Jehová el Señor: Por cuanto se
enalteció tu corazón, y dijiste: Yo soy un dios, en el trono de Dios estoy
sentado en medio de los mares (siendo tú hombre y no Dios), y has puesto tu
corazón como corazón de Dios;”
La descripción del egocentrismo de Lucero,
posterior Satanás.
Proverbios 25:27
“Comer mucha miel no es bueno,
Ni el buscar la propia gloria es gloria.”
Tengamos presente este pasaje siempre.
II de Timoteo 3:1-5
“También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos,
avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres,
ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores,
intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos,
infatuados, amadores de los deleites más
que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de
ella; a éstos evita.”
Cuidémonos de caer en alguna de esas conductas.
Jóvenes, el Señor es opuesto a todo lo que
conocemos del mundo, Él es bueno, todo lo ve, es sabio e inclusivo y quiere que
toda la humanidad se salve, alejemos de nuestra vida la confianza en la maldad,
tengamos claro que no nos podemos esconder de la vigilancia de Dios, vivamos la
sabiduría y ciencia contenida en la Biblia y alejemos el egocentrismo de
nuestra existencia.
Esta tarde nos reunimos nuevamente como ministerio,
oremos para que sea un año de victoria para Cristo, nos encontramos esta tarde.
Un abrazo.
MAC