Cada una de mis
actitudes debe estar previamente sopesada con base en lo que el Señor me enseña
en Su Palabra. Y Dios nos recuerda hoy lo que NO debemos hacer a los demás:
12Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la
ley y los profetas. - Mateo 7:12
Lo que yo debo
hacer con cada persona, es lo que me gustaría que hicieran conmigo, de esta
manera, seguro que voy a cambiar en muchos aspectos en los cuales no me estoy
comportando sabiamente.
Pregunto:
¿ Me gustaría que
me miraran maliciosamente ?, entonces yo no debo hacerlo.
¿ Me gustaría que
me trataran bruscamente ?, entonces yo no debo hacerlo.
¿ Me gustaría que
me dijeran mentiras ?, entonces yo no debo hacerlo.
¿ Me gustaría que
me acusaran injustamente o me juzgaran ?, entonces yo no debo hacerlo. ¿ Me
gustaría que me hablaran golpeado y a las malas ?, entonces yo no debo hacerlo.
¿ Me gustaría que
hablaran mal de mí ?, entonces yo NO debo hacerlo.
¿ Me gustaría que
me criticaran por todo ?, entonces yo no debo hacerlo.
¿ Me gustaría que
me quitaran mi trabajo ?, entonces yo no debo hacerlo a otros.
Debo ser consciente
de cada una de mis actitudes, a fin de estar COMPLETAMENTE SEGURO de que están
perfectamente ALINEADAS con la Voluntad de Dios, es decir, con cada uno de sus
mandamientos.
Algunas
RECOMENDACIONES muy sencillas pero de MUCHA IMPORTANCIA:
- SOPESAR MUY BIEN cada una de mis ACTITUDES hacia los demás pensando: ¿ Me gustaría que lo HICIERAN CONMIGO ?
- Haga con los demás lo que quiero que hagan conmigo
- Comportarme con los demás como quiero que se comporten conmigo
- No haga mal a nadie, si no quiero que me hagan mal a mí.
Bien sencillo, lo que NO
DEBO hacer a los demás
1. Piensa en lo que te
gustaría que los demás hicieran contigo (Vs 12a)
2. ESO, y solo eso es lo que
tú debes hacer con ellos (Vs 12b)
Dios nos
recuerda algo de VITAL IMPORTANCIA para meditar cada uno de mis actos, No hacer
a los demás lo que NO quiero que me hagan a mi. Es un sabio consejo que viene
de un Dios JUSTO, que me invita a ser EQUILIBRADO y SABIO en cada uno de mis
actos, a no hacer daño a nadie.
Me impresiona particularmente la contundencia de Dios al mostrarme las
CONSECUENCIAS de mis malas actitudes. De acuerdo a como yo trate a los demás,
así mismo podrán tratarme, sin derecho a quejarme.
Vamos
a aplicarlo a cada instante de nuestras vidas siendo completamente JUSTOS y
HONESTOS en cada uno de nuestros actos. Nuestras vidas debes ser TOTALMENTE TRANSPARENTES,
sin que haya el más mínimo motivo de reproche por parte de nadie. Debemos
empezar por casa, en el trato a nuestra familia.
AYUDANOS
mi Señor a cambiar todas nuestras malas actitudes negativas para así agradarte
en TODO.
Fabio