Durante estas semanas
vamos a hablar sobre el libro de Job; una porción de la Palabra de Dios que se
constituye en un cuadro de la tribulación futura sobre la tierra que precederá
la segunda venida de nuestro Rey Jesucristo y que en un aspecto devocional se
refiere a las pruebas que puede atravesar un creyente a lo largo de su vida.
Miremos Job 1:10:
“¿No le has cercado alrededor a él y a
su casa y a todo lo que tiene? Al
trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra.”
Aquí vemos una parte del
dialogo sostenido entre Dios y Satanás respecto de Job y la protección de parte
de Dios que se cernía sobre él.
Las características de Job
En la primera parte del
libro vemos una descripción de este hombre.
Job 1:1-3
“Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre
perfecto y recto, temeroso de Dios y
apartado del mal. Y le nacieron
siete hijos y tres hijas. Su hacienda
era siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas
asnas, y muchísimos criados; y era aquel varón
más grande que todos los orientales.”
Aquí podemos conocer su
origen, características, descendencia y riqueza.
Satanás ante Dios
Posteriormente se
describe el encuentro de Dios y Satanás.
Job 1:6-9
“Un día vinieron a presentarse delante de Jehová
los hijos de Dios, entre los cuales vino
también Satanás. Y dijo Jehová a
Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo
Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella. Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has
considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón
perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de
balde?”
Vemos como Satanás va a
la presencia misma de Dios luego de estar en nuestro planeta y se narra la
conversación sostenida entre los dos; Dios conoce a Job y resalta sus
características descritas en el capítulo primero versículos uno al tres y
Satanás con sus cuestionamientos pone en duda su fe e integridad.
La protección de Dios
En el pasaje analizado se
muestra claramente que Satanás conoce perfectamente que un hombre de las características
de Job está amparado y resguardado de perjuicios o peligros gracias a la mano
protectora de Dios.
Miremos algunos pasajes
que nos confirman el amparo de Dios sobre sus hijos obedientes.
II de Crónicas 16:9
“Porque los ojos de Jehová contemplan toda la
tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para
con él. Locamente has hecho en esto; porque de aquí en adelante habrá más
guerra contra ti.”
Vemos como Dios desde el
cielo ve nuestro planeta y actúa en nuestro beneficio.
Salmos 34:7
“El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen,
Y los defiende.”
Demuestra que Cristo como
nuestro hermano mayor está cercano a nosotros y nos salvaguarda de agresiones
externas.
Jóvenes, Dios nos promete:
cercar alrededor nuestro y protegernos, así como a nuestra casa y a todo lo que
tenemos, y al trabajo que hagamos bendecirlo; y también darnos beneficios económicos,
y librarnos del maligno, como en el caso de Job.
Este hombre es un modelo
a seguir, siendo sus características las mismas que debemos tener: hombres y
mujeres con perfección y rectitud, así como con temor de Dios y apartados del
mal.