Dios nos hace hoy una invitación muy especial y muy práctica para nuestras vidas. Es una invitación que tiene mucho que ver con la ira, el orgullo y con saber agradecer por la vida que él nos da. Escuchémoslo:
1 No te jactes
del día de mañana; Porque no sabes qué dará de sí el día. 2
Alábete el extraño, y no tu propia
boca; El ajeno, y no los labios tuyos. 3 Pesada es la
piedra, y la arena pesa; Mas la ira del necio es más pesada que ambas. 4
Cruel es la ira, e impetuoso el furor; Mas ¿quién podrá sostenerse delante
de la envidia? 5 Mejor
es reprensión manifiesta Que amor oculto. 6 Fieles son las
heridas del que ama; Pero importunos los besos del que aborrece. 7
El hombre saciado desprecia el panal de miel; Pero al hambriento todo lo amargo
es dulce. - Proverbios 27:1-7
Dios nos muestra
que no tenemos idea de lo que será el mañana, no podemos hacer planes para
nuestras vidas sin contar con Dios. Solamente Dios sabe lo que pasará y es ÉL
quien lo aprueba, de manera que debo someterme a ÉL, entregarle todo a ÉL, y
dejar que sea ÉL quien me muestre lo que será de mí el día de mañana. Dios no
quiere que por muy bien que nos haya ido, no seamos nosotros quienes nos
destaquemos, quienes nos alabemos. Debemos hacer las cosas humildemente y dejar
que sean los demás y que sea Dios quien se encargue de cualquier halago o
reconocimiento.
La humildad es fundamental en la vida del creyente. Es posible que estemos fallando en eso y que tratemos de destacar
cada cosa que Dios nos permite hacer. Debemos dejar a un lado la necedad, que
es la que nos lleva a la ira y al enojo, debemos atender el sabio consejo,
especialmente de los que están a nuestro lado, ellos no quieren hacerme daño. Es
necesario estar contentos y agradecidos con la provisión de Dios, sea poco o
sea mucha. Debemos ser agradecidos por la vida que Dios nos da.
Esta
pequeña porción de la Biblia está REPLETA de consejos muy sabios:
- No jactarme del día de mañana
- No pretender ser Dios, solamente ÉL puede conocer lo que pasará
- Descansar en el Señor para cada decisión que deba tomar y esperar en ÉL.
- Jamás debo alabarme
- No debo gloriarme por las cosas que DIOS me haya permitido hacer
- HUMILDAD ante todo. Humildad en cualquier circunstancia que tenga que vivir.
- Entender que la ira y el enojo son muy pesados, hacen mucho daño, debo desecharlos de mi vida
- Debo escuchar el sabio consejo de los demás, aborreciendo la hipocresía
- Es necesario estar contentos con lo que tenemos, es más que lo necesario
Definitivamente
podemos ver que solo Dios sabe lo que será el mañana, debemos descansar en ÉL,
debemos alejarnos del orgullo, la ira y la envidia, cultivando el amor, la sinceridad y la sabiduría
Debemos VIVIR cada
día como si fuera el ÚLTIMO, desechando
la ira, agradecidos por lo que
tenemos, especialmente por tener a un Dios que ama la HUMILDAD y lo demostró a la través de su Hijo a fin de
que sigamos Su Ejemplo.
Filipenses 2:5 - 5Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
6el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como
cosa a que aferrarse, 7sino que se despojó a sí mismo, tomando forma
de siervo, hecho semejante a los hombres; 8y estando en la condición
de hombre, se humilló a sí mismo,
haciéndose
obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Me llama mucho la atención el recordar la importancia de ser humilde,
alejado del enojo y contento con los que tengo, escuchando la voz de los sabios
Jóvenes vivamos esta enseñanza con propósitos firmes, dando más y más cabida a la humildad, desechando y
aborreciendo el enojo y la hipocresía, siendo un verdadero amigo de nuestros
amigos, y viviendo felices con lo que Dios nos da, sea mucho o sea poco.
Nos encontramos nuevamente
el fin de semana,
Fabio
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