Esta
tarde tendremos la oportunidad de exponer la Palabra de Dios al Ministerio de
Jóvenes, seguimos avanzando en el recorrido por I DE PEDRO, una carta dirigida a los creyentes del Siglo I quienes
tuvieron que migrar desde los diferentes territorios ocupados por el Imperio Romano,
incluyendo el actual Israel, a las tierras altas de Asia Menor, huyendo de la primera
persecución a los cristianos perpetrada por el emperador Nerón.
El
pasaje que enseñaremos será el siguiente:
I DE PEDRO 1:8-9
“(Jesucristo)
a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis,
os alegráis con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de vuestra fe,
que es la salvación de vuestras almas.”
Una
porción de la Biblia que describe nuestra forma de amor por Jesús y el efecto
que provoca en nuestras vidas.
Recordemos una de las cualidades
de nuestro Padre Celestial.
I de Timoteo 6:16
“... el único que tiene inmortalidad,
que habita en luz inaccesible; a quien
ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el
imperio sempiterno. Amén.”
I de Timoteo 1:17
“Por tanto, al Rey de los siglos,
inmortal, invisible, al único y
sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.”
La imagen del Padre es Cristo.
Juan 1:18
“A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del
Padre, él le ha dado a conocer.”
Colosenses 1:13-15
“... el cual nos ha librado de la
potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el
perdón de pecados. El es la imagen del
Dios invisible, el primogénito de toda creación.”
Aunque nuestro
Señor Jesús hoy está en el cielo y sin gozar de su presencia física, es
importante establecer que alguien nos mostró el Evangelio y aceptamos esta
verdad sin dudar y pusimos en sus manos nuestro destino obteniendo la
salvación.
1. AMAR Y CREER POR FE
Pedro reconoce dos actitudes en
los creyentes respecto de Jesucristo.
Amor.
Credulidad.
Las dos sin que medie la percepción
por medio de la visión. Un ejemplo claro de la convicción en nuestro Salvador y
de un amor que es imposible de entender sin que medie la fe.
2. LA ALEGRÍA DE ESE AMOR
Pedro resalta que, en medio de
los problemas propios de la existencia terrenal, estos creyentes vivieran
alegres y gozosos.
Una forma de dar testimonio del
cambio experimentado en ellos y un ejemplo para nosotros frente al mundo
incrédulo, los inconversos deben ver en nosotros que a pesar de las pruebas reflejamos
la satisfacción de nuestra fe.
Salmos 126:2-3
“Entonces nuestra boca se llenará de risa,
Y
nuestra lengua de alabanza;
Entonces
dirán entre las naciones:
Grandes
cosas ha hecho Jehová con éstos.
Grandes
cosas ha hecho Jehová con nosotros;
Estaremos
alegres.”
Revisemos la fuente de
nuestra alegría y gozo a la luz de la Biblia.
Isaías 61:10
“En gran manera me
gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con
vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió,
y como a novia adornada con sus joyas.”
Jeremías 15:16
“Fueron halladas tus
palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi
corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los
ejércitos.”
3. LA RECOMPENSA DE ESE AMOR
Finalmente, Pedro señala
claramente el objetivo último de la fe y es la salvación de las almas de la
condenación eterna del infierno, el cual solo se logra a través del cumplimiento
de la Gran Comisión contenida en Mateo 28:18-20.
Mateo 23:33
“¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo
escaparéis de la condenación del infierno?”
Romanos 8:1
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los
que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino
conforme al Espíritu.”
Jóvenes,
así como amamos y creemos en Cristo sin verle, llevemos esta oportunidad de la
fe a nuestros allegados, no callemos, permitamos que experimenten esta forma de
vida y las buenas consecuencias que de ello se derivan.
Nos
vemos esta tarde, un abrazo fuerte.
MAC
3 comentarios:
Gracias.
=)
=) =) =)
Gracias !!!
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