Isaías
26:9
“26:9
Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el espíritu
dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego que hay juicios tuyos en la
tierra, los moradores del mundo aprenden justicia.”
Qué
bueno terminar el día deseando la compañía de Dios y su presencia. Esto implica
entender que El está contigo y que lo que hagas, vas a tener al Dios del
universo mirándote.
Cuando
deseamos realmente su presencia en nuestro día a día, estoy seguro que lo que
menos querremos será fallarle o pecar. Muchas veces ese deseo no es tan fuerte
y podemos llegar al punto de pensar que El no está por ahí y por lo tanto pecar
será más sencillo. Déjame decirte que NO, aun así el nos ve y como un padre a
un hijo debe corregirnos.
Algo
bien lindo que nos enseña este pasaje es que cada día que puedas abrir los ojos
busquemos a Dios. La mejor forma y la mas practica es por medio de esa cita
diaria y especial que puedes tener en su palabra y por medio de la oración.
Meditar
en la Biblia, buscar el concejo de Dios en Oración, sentir que el va al lado
tuyo cuidándote, respaldándote y acompañándote todos los días de tu vida no
tiene valor.
Algunas
veces tendemos a querer dejar esa compañía por fuera para vivir o entrar en ese
pecado “concupiscencia” al que crees que vencer no es fácil y que es momento de
decirle a Dios que se haga a un lado por un momento.
Ahí es
cuando más debemos pedir y desear su compañía; ese cuanto de que no eres capaz
no te lo puedes creer. Jesucristo venció al pecado y la muerte y con su protección
estoy seguro de que también podemos hacerlo.
Desea
a Dios todas las noches y Madruga a Buscarlo.
Una buena
fórmula para pasar los mejores días, brillando y glorificando a nuestro padre.
Lindo
día.
2 comentarios:
Lindo consejo... Gracias
:3 Gracias
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