Vemos en el libro
de Isaías un DIAGNOSTICO exacto de lo que pasa hoy en día en Colombia y el
mundo, llevados por el pecado, lo cual trae múltiples consecuencias negativas.
Veamos:
1He
aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; 2pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y
vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro
para no oír. 3Porque vuestras manos están contaminadas
de sangre, y vuestros dedos de iniquidad; vuestros labios pronuncian
mentira, habla maldad vuestra lengua. 4No hay quien
clame por la justicia, ni quien juzgue por la verdad; confían en
vanidad, y hablan vanidades; conciben maldades, y dan a
luz iniquidad. 5Incuban huevos de áspides, y tejen telas
de arañas; el que comiere de sus huevos, morirá; y si los
apretaren, saldrán víboras. 6Sus telas no servirán para
vestir, ni de sus obras serán cubiertos;
sus obras son obras de iniquidad, y obra de rapiña está en sus manos. 7Sus pies corren al mal,
se apresuran para derramar la sangre inocente; sus pensamientos, pensamientos
de iniquidad; destrucción y quebrantamiento hay en sus caminos. 8No
conocieron camino de paz, ni
hay justicia en sus caminos; sus veredas son torcidas; cualquiera
que por ellas fuere, no conocerá paz. - Isaías 59:1-8
Dios siempre está
dispuesto a escucharnos siempre y cuando lo invoquemos con un corazón limpio.
Muchas veces pedimos y esperamos a que Dios nos responda, pero no somos
conscientes de nuestras faltas y de las consecuencias de esos pecados.
Debemos ser
conscientes de que cada vez que pecamos estamos rompiendo el canal de
comunicación con Dios, se rompe esa intimidad y como consecuencia de ellos,
cuando clamamos a Dios, el oculta de nosotros su rostro para no oír, es decir,
nuestras oraciones son infructuosas. De ahí la importancia de permanecer
limpios, y si pecamos, inmediatamente hay que arreglar el asunto con el
ofendido y con Dios, a fin de restaurar esa intima comunión y restablecer ese
canal de comunicación, para que de esta manera nuestras oraciones lleguen a ÉL.
Lamentablemente
creemos que estamos bien, pero hay pecado, muchas veces por matar al no
compartir el Evangelio, otras veces por la mentira o por hablar más de la cuenta,
otros veces por nuestro orgullo y vanidad. Tal vez sin darnos cuenta OFENDEMOS
y seguimos pensando que TODO está bien. Es necesario concientizarnos más de
nuestro pecado y CLAMAR la ayuda de Dios para combatirlos. Por lo menos es el
caso MIO.
Es muy lamentable
la situación que vive nuestra Colombia y el MUNDO, destruyéndose por la
corrupción, la violencia y los desastres
naturales, estoy convencido de que no es por casualidad, es la mano de Dios
puesta sobre un pueblo pecador, corrupto, alejado de Dios, idólatra, fornicario,
adúltero, defensa del “matrimonio” entre personas del mismo sexo, cada cual
velando por lo suyo, corrupción por todas partes, muchas injusticias a todo
nivel, y por ESO, es que la mano de Dios está ahí, por eso no vemos la paz.
Entendamos que mientras
no seamos conscientes de ese estado putrefacto, y haya un arrepentimiento
genuino, no podemos esperar la paz y las bendiciones de Dios.
Dios nos muestra
MUCHAS COSAS para meditar YA MISMO:
- Confiar en que si tenemos un corazón LIMPIO, Dios nos va a escuchar
- Entender que nuestro pecado nos separa de Dios
- Ser conscientes de que si estamos en pecado, Dios oculta su rostro para no oír
- Si pecamos, inmediatamente debemos reconocerlo y pedirle a Dios que nos limpie y que nos perdone.
- Muchas veces pecamos por callar el Evangelio y dejamos que muchas almas vayan al infierno.
- No debemos dejar que nuestra lengua siga haciendo MALDADES, es mejor callar antes que echar más leña al fuego
- Debemos cuidarnos para andar siempre en LA VERDAD
- No concebir ningún tipo de MALDAD. Pensar siempre en ser canales de BENDICIÓN.
- Lamentarnos y arrepentirnos de tanta forma de pecado, casi toda presente en nuestro país y en el mundo.
- Arrepentirnos de tanta mediocridad y porquería si realmente queremos caminos de paz y de prosperidad.
Hablando de las consecuencias del pecado, Dios lo resume
así:
1. Dios no escucha al pecador (Vs 1-2)
2. Hay manos manchadas de sangre, lenguas
venenosas, injusticias, orgullo, maldad… (Vs 3-4)
3. Una radiografía del mundo actual y sus (Vs
5-8)
Tenemos HOY (Mayo
2017) una radiografía de Colombia y del Mundo. Que mientras estemos en pecado, consciente o inconscientemente, nuestras
peticiones no llegarán a Dios y nuestro país
y el mundo entero seguirán hacia la destrucción total por la
inmoralidad. Nuestro Dios es un Dios que siempre está presto a tendernos su
mano, siempre y cuando nuestro corazón esté limpio de pecado. Un Dios que
CASTIGA severamente al pecador y que mientras no haya arrepentimiento, no
podremos esperar nada bueno de ÉL, porque es un Dios JUSTO.
Impacta ver que muchas veces, sin darnos cuenta encontramos que nuestras
vidas están llenas de pecado: Por callar y no compartir el Evangelio, por
hablar maldad, por no ser justos, por andar juzgando a los demás, por vanidades
y muchas cosas más. Lo más importante, entender que la situación de destrucción
que vive nuestro país y el mundo en general, es consecuencia de tanta
podredumbre, pecado y corrupción, la cual gobierna al mundo entero.
Los invito a que apliquemos la enseñanza examinándonos a cada momento, en cada una de nuestras
miradas, de nuestras palabras y de nuestras actitudes, midiéndolas con la vara
de la Palabra de Dios, a fin de tener una conciencia limpia y la certeza de que Dios nos escuchará. Hablar del pecado
del hombre sin avergonzarnos para nada, pase lo que pase. No debemos comulgar
con las obras infructuosas de las tinieblas.
Fabio
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