Veamos Ester 8:15-17:
“Y salió Mardoqueo de delante del rey con vestido real de azul y
blanco, y una gran corona de oro, y un manto de lino y púrpura. La ciudad
de Susa entonces se alegró y regocijó; y los judíos tuvieron
luz y alegría, y gozo y honra. Y en cada provincia y en cada ciudad donde
llegó el mandamiento del rey, los judíos
tuvieron alegría y gozo, banquete y día de placer. Y muchos de entre los pueblos de la tierra se hacían judíos, porque
el temor de los judíos había caído sobre ellos.
Hace dos semanas
hablábamos del odio de Amán en contra de Mardoqueo y como Dios utilizó al
emperador persa Asuero para darle un giro circunstancial a su destino fatal.
En el capítulo 7 de
Ester, Dios nos describe como ella intercedió ante el emperador y Amán fue
finalmente ahorcado por decretar el mal en contra del pueblo judío.
La petición de Ester
Ante la pregunta del
emperador Ester expuso el pecado de Amán.
Ester 7:3-6
“Entonces la reina Ester respondió y dijo: Oh
rey, si he hallado gracia en tus ojos, y si al rey place, séame dada mi vida
por mi petición, y mi pueblo por mi demanda. Porque hemos sido vendidos, yo y mi pueblo, para ser destruidos, para ser
muertos y exterminados. Si para siervos y siervas fuéramos vendidos, me
callaría; pero nuestra muerte sería para el rey un daño irreparable. Respondió
el rey Asuero, y dijo a la reina Ester: ¿Quién es, y dónde
está, el que ha ensoberbecido su corazón para hacer esto? Ester dijo: El
enemigo y adversario es este malvado Amán. Entonces se turbó Amán delante
del rey y de la reina.”
La sentencia contra Amán
Luego de conocer la
situación, el designio de Asuero contra Amán fue contundente.
Ester 7:9-10
“Y dijo Harbona, uno de
los eunucos que servían al rey: He aquí en
casa de Amán la horca de cincuenta codos de altura que hizo Amán para Mardoqueo,
el cual había hablado bien por el rey. Entonces el rey dijo: Colgadlo en ella. Así colgaron a Amán en la horca que él
había hecho preparar para Mardoqueo; y se apaciguó la ira del rey.”
La anulación del decreto en contra de los judíos
Nuevamente Ester buscó al
emperador para favorecer a su pueblo. Así como debemos buscar a Dios en oración
y comunicarnos con él para pedirle algo en su eterna soberanía.
Ester 8:3
“Volvió luego Ester a hablar delante del rey, y se echó a sus pies, llorando y rogándole que hiciese nula la
maldad de Amán agagueo y su designio que había tramado contra los judíos.”
Asuero la escuchó y facultó
a Mardoqueo para derogar el decreto de maldad de Amán establecido en contra del
pueblo de Dios.
Ester 8:10-14
“Y escribió en nombre del rey Asuero, y lo selló con el anillo del rey, y envió cartas por medio de correos
montados en caballos veloces procedentes de los repastos reales; que el rey daba facultad a los judíos que
estaban en todas las ciudades, para que se reuniesen y estuviesen a la defensa
de su vida, prontos a destruir, y matar, y acabar con toda fuerza armada del
pueblo o provincia que viniese contra ellos, y aun sus niños y mujeres, y
apoderarse de sus bienes, en un mismo día en todas las provincias del rey
Asuero, en el día trece del mes duodécimo, que es el mes de Adar. La copia del
edicto que había de darse por decreto en cada provincia, para que fuese
conocido por todos los pueblos, decía que los judíos estuviesen preparados para
aquel día, para vengarse de sus enemigos.”
La reivindicación de Mardoqueo
El nombre de Mardoqueo
fue exaltado gracias a Ester.
Ester 8:1-2
“El mismo día, el rey
Asuero dio a la reina Ester la casa de Amán enemigo de los judíos; y Mardoqueo vino delante del rey, porque Ester le declaró lo que él era respecto de
ella. Y se quitó el rey el anillo
que recogió de Amán, y lo dio a Mardoqueo. Y Ester puso a Mardoqueo sobre la
casa de Amán.”
Como vimos en el pasaje
analizado, Mardoqueo fue exaltado con vestimenta de la realeza y coronado, la
capital del imperio y los judíos celebraron con regocijo, luz, alegría, gozo y
honra por su reivindicación, y las naciones se transformaban en parte del pueblo
de Dios.
Jóvenes, finalmente el
decreto de Amán fue derogado y Mardoqueo, de la mano de Dios fue exaltado, la
labor de Ester como consejera del emperador quien intervino a favor de él y del
pueblo judío fue esencial, la justicia trajo esos sentimientos de felicidad a
toda la nación de Israel. Nuevamente Dios nos muestra que como iglesia podemos
a través de la oración pedir el favor de nuestro rey y cualquier circunstancia
que aparentemente se muestre adversa podrá derivar en buena y provechosa.
=) =) =)
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