De ninguna manera
debemos sentir envidia por los que están repletos de plata, los que tienen
todas las comodidades, pero no tienen a Cristo, ¡Pobrecitos!, debemos sentir
mas bien lástima por ellos, la Biblia muestra muy claramente cuál es su destino
final por la eternidad,
¡ pobrecitos !.
10
Pues verá que aun los sabios mueren;
Que perecen del mismo modo que el insensato y el necio, Y dejan a
otros sus riquezas. 11 Su íntimo pensamiento es que sus casas
serán eternas, Y sus habitaciones para generación y generación; Dan sus
nombres a sus tierras. 12 Mas el hombre no permanecerá en
honra; Es semejante a las bestias que perecen. 13 Este su camino es locura; Con todo, sus descendientes se complacen en el
dicho de ellos. Selah 14
Como a rebaños que son conducidos al Seol, La muerte los pastoreará, Y
los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana; Se consumirá su buen
parecer, y el
Seol será su morada. 15
Pero Dios redimirá mi vida del poder
del Seol, Porque él me tomará consigo. Selah 16 No temas cuando se enriquece alguno,
Cuando aumenta la gloria de su casa; 17 Porque cuando muera no
llevará nada, Ni descenderá tras él su gloria. 18
Aunque mientras viva, llame dichosa a su alma, Y sea loado cuando prospere, 19
Entrará en la generación de sus padres, Y nunca más
verá la luz. 20 El hombre que está en
honra y no entiende, Semejante es a las bestias que perecen - Salmo
49:10-20
Jamás debemos
sentir envidia por aquellas personas que atesoran riquezas y títulos, y
medallas y honores. Nunca debemos preocuparnos por los reconocimientos y
honores del mundo, realmente ante los ojos de Dios, no son nada.
Más bien debemos
sentir lástima y orar por la salvación de aquellas personas (Mi lista es
bastante larga) que han puesto su mira en las riquezas sin entender que cuando
mueran no se llevarán nada y que solamente habrá condenación y crujir de
dientes. Al infierno podrán llevarse su vana gloria. Es nuestro deber acercarnos
amorosamente, con un muy buen testimonio a todas estas personas y amarlos,
orando por ellos, para que algún día
Dios les abra el entendimiento y escapen del lazo del diablo en que están
cautivos a voluntad de él.
Estas personas
aparentan llevar una vida “dichosa” y son felices en medio de su vanagloria,
pero lamentablemente irán a parar en el mismo lugar de sus padres que no los
supieron encaminar y nunca más verán la luz, todo será terror y tinieblas y
dolor. Lastimosamente esas personas envanecidas que no quieren entender, son
comparadas por Dios con las bestias que perecen.
Muchas cosas para
MEDITAR hoy:
- No sentir envidia por los que se enriquecen o se envanecen en sus conocimientos
- Más bien sentir lástima y orar por ellos para que no vayan a un infierno eterno
- Entender que al morir, nada nos llevaremos
- Confiar en la gracia y las promesas de Dios.
- No poner la mira en las cosas de la tierra, sino en las cosas celestiales.
- No debemos vivir de las apariencias ni dejarnos influenciar de este tipo de personas
- Hay que orar por estas personas para que Dios les abra el entendimiento y no sean condenados eternamente, pobrecitos.
En resumen Dios nos ha
recordado sobre la INSENSATEZ de confiar
en las RIQUEZAS
1. El mundo engañoso de los
RICOS e impíos (Vs 10-14)
2. El mundo REAL de los
humildes y creyentes (Vs 15)
3. El mundo engañoso tendrá
un fin lamentable, aléjate de él (Vs 16-20)
Dios nos ha
mostrado el destino de los ricos y que no debemos preocuparnos por el
enriquecimiento de los demás. Son consejos de un Dios JUSTO, que dará a cada uno conforme a lo que haya sembrado. Un Dios
que ve perfectamente quiénes son los que le hemos escuchado y obedecido y
también, quiénes son los que le han ignorado, y conforme a ello, dará su
recompensa eterna.
Llama la atención entender MAS CLARAMENTE el destino de la mayoría de la
gente que anda apegada a la carne, a los ojos y a la vanagloria de la vida, y
ver la contundencia con que Dios habla de su destino final, y de esta manera
tener claro que NO DEBEMOS ENVIDIARLOS para nada.
Vamos a vivirlo aprendiendo más y más a VIVIR HUMILDEMENTE, contentos con lo que Dios
nos da, y estando felices con la familia que nos ha regalado, agradecidos por
el techo, el abrigo y la provisión de cada día.
Nos vemos el fin de
semana, felices con lo que tenemos
Fabio
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