Ojalá nos quede claro hoy que hay MUCHAS formas de ORAR y todas son IMPORTANTES, Dios siempre nos escuchará si lo hacemos SINCERAMENTE con un corazón limpio. A Dios no le agrada
la oración pública “hipócrita”, la que se hace para aparentar piedad,
inclusive con mucha elocuencia pero no salida del corazón. El mismo Señor Jesús
se tomó una porción de Su Palabra para enseñarnos a Orar correctamente. Vamos a
recordarla:
5Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las
sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres;
de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 6Mas tú, cuando ores, entra en tu
aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que
está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. 7Y
orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que
por su palabrería serán oídos. 8No os hagáis, pues, semejantes a
ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes
que vosotros le pidáis. 9Vosotros,
pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre. 10Venga tu reino. Hágase tu
voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 11El pan
nuestro de cada día, dánoslo hoy. 12Y perdónanos nuestras
deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 13Y
no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo
es el reino, y el poder, y la gloria, por
todos los siglos. Amén. - Mateo
6:5-13
Podemos aprender de
este pasaje que esa oración que se hace para ser vistos de los hombres no
tendrá ninguna respuesta, porque no es una oración sincera. La oración que más
nos recomienda Dios, es la oración
personal, intima, la que hacemos a solas y en nuestro cuarto, aislados
de los demás, aquella donde podemos
derramar sinceramente nuestro corazón delante de Dios, como hablando con el
MEJOR AMIGO, contándole todo y diciéndole todo lo que nos nace del corazón.
Esa oración pura es
escuchada y respondida por Dios. El mismo Jesús nos enseñó a orar dejándonos el
precioso modelo del Padre nuestro, en donde nos da las pautas para una oración
eficaz: Alabanza, acción de gracias, salvación, perdón, protección, provisión,
reconocimiento de su poder.
Ojalá que tengamos en cuenta estas RECOMENDACIONES
para nuestra vida de Oración:
- No orar como los hipócritas simplemente para ser vistos de los hombres
- Debemos orar a solas, aislados de los demás, hablando en secreto con nuestro Padre (ÉL nos quiere a solas)
- Si nuestra oración es pura y sincera, de acuerdo a la Voluntad de Dios, ÉL nos responderá abundantemente
- Seguir ese patrón del Padre nuestro que Jesús nos dejó como modelo, meditar en cada una de sus frases
Resumiendo en TRES
puntos esta enseñanza, podemos concluir lo siguiente:
1. Dios ama la oración SINCERA, sin ningún
tipo de hipocresías (Vs 5)
2. Dios ama la oración en la INTIMIDAD y con
corazón puro (Vs 6-8)
3. Dios nos ama y nos ha dejado el modelo
perfecto de la oración : Alabanza, perdón, los demás, nosotros (Vs 9-13)
Dios nos ha
mostrado hoy cual es la forma CORRECTA de Orar, entendiendo que tenemos un Dios
que nos escucha cuando nuestra oración es sincera, salida de un corazón puro.
Me llama la atención entender aún mejor que no debemos orar para ser
escuchados por los hombres, sino para ser escuchados por Dios. Ver como Dios es
tan paciente que nos dejó un modelo perfecto,
el Padre nuestro.
Creo que la mejor forma de aplicar este pasaje en mi
vida es mejorando mi vida de oración,
haciéndolo con más pureza y transparencia entendiendo que hablo es con el Rey y
Señor del Universo. Debo ser más respetuoso en mi oración. Meditando
permanentemente en cada una de las frases del Padre nuestro, teniéndolas en
cuenta en mis oraciones… En pocas palabra BAÑANDO MI VIDA de ORACIÓN
Veamos el Ejemplo de David y apliquémoslo…
6 He
aquí, tú amas la verdad en lo íntimo,
Y en lo secreto me has hecho
comprender sabiduría.
7 Purifícame
con hisopo,
y seré limpio; Lávame, y seré más
blanco que la nieve.
8 Hazme
oír gozo y alegría,
Y se recrearán los huesos que has
abatido.
9 Esconde
tu rostro de mis pecados,
Y borra todas mis maldades.
10 Crea
en mí, oh Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto
dentro de mí.
11 No
me eches de delante de ti,
Y no quites de mí tu santo Espíritu
(La llenura).
12 Vuélveme
el gozo de tu salvación,
Y espíritu noble me
sustente.
16 En
cuanto a mí, a Dios clamaré; Y Jehová me salvará.
17 Tarde
y mañana y a mediodía oraré y clamaré, Y él oirá mi voz.
18 El
redimirá en paz mi alma de la guerra contra mí, Aunque contra mí
haya muchos.
19 Dios
oirá, y los quebrantará luego, El que permanece desde la antigüedad;
Por cuanto no cambian, Ni temen a
Dios.
Salmo 51:6-12, 55:16-19
Salmo 51:6-12, 55:16-19
Fabio
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