Esta mañana pensaba en
las diferentes decisiones que debemos tomar en nuestra vida secular, y en la
forma como las tomamos afectando para bien o para mal nuestras propias vidas y
también las de aquellos de alguna manera involucrados.
Estoy firmemente
convencido de lo siguiente: Dios habla al corazón nuestro cuando le buscamos de
manera desinteresada y neutral, es decir cuando no manipulamos situaciones, ni
inclinamos la balanza a nuestro favor para tratar de escuchar lo que nuestros oídos
quieren oír.
El Señor usará Su Palabra
y su Espíritu Santo, e incluso a sus siervos para guiarnos en cuanto a cada
decisión que de manera personal debemos tomar.
“Los
pensamientos son frustrados donde no hay consejo; más en la multitud de
consejeros se afirman.” - Proverbios
15:22.
¿Cuantas veces no nos
frustramos? Vamos de un lado a otro, patinamos, no avanzamos y estamos
inquietos y angustiados sin saber que hacer o qué decisión tomar. Bueno, donde
no hay consejo, los pensamientos son frustrados, más en la multitud de consejeros
se afirman. Animarte a ir a La Biblia con el corazón en neutro. 66 consejeros
nos están esperando para que nuestros pensamientos sean afirmados.
“Donde no hay dirección sabia,
caerá el pueblo; mas en la multitud de consejeros hay
seguridad.” - Proverbios
11:14
No hay duda
alguna cuando El Señor habla. Hay seguridad. Vamos a la fija sin temor de equivocarnos;
pero debemos buscar el consejo y la dirección sabia en La Biblia y a través de
hombres que la conocen, la viven y están dispuestos a dar sus vidas por ella.
“Por nada estéis afanosos, sino sean
conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con
acción de gracias. Y la paz de Dios,
que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo
Jesús.” – Filipenses 4:6-7.
Tremendo.
Pensamientos afirmados, Dios obrando y la Paz de Él guardando nuestros
corazones y nuestros pensamientos en Cristo Jesús.
No
sobra una advertencia:
“¡Ay
de los hijos que se apartan, dice jehová, para tomar consejo, y no de mí; para
cobijarse con cubierta, y no de mi espíritu, añadiendo pecado a pecado!” - Isaías 30:1
Y Tu, ¿De donde tomas consejo?
Un abrazo y nos leemos mañana,
Javier.
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