“4:31 Quítense de vosotros toda amargura,
enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. 4:32 Antes sed
benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios
también os perdonó a vosotros en Cristo.” Efesios 4:31-32
En estos versículos, pablo le está
hablando a la iglesia de Éfeso terminando el capítulo 4 en donde les pide
vestirse de esas nuevas personas que son en Cristo.
Estos pasajes resaltaron el día de hoy ya
que como consejo final de este capítulo es algo que podemos poner en práctica
desde ya, y lo más importante es que tenemos todo el respaldo y la guía de Dios
para que así sea.
Hoy no quiero definir que es la amargura,
el enojo, la ira, la gritería, la maledicencia o toda malicia. Creo que
conocemos muy bien sus significados y esto no quiere decir que quiera restarle importancia
a esta porción de la biblia. Es solo que el versículo 32 de efesios 4 nos da
una instrucción directa, y gran parte de
obedecer a esa instrucción será reconocer que algunas de estas actitudes (la amargura, el enojo, la
ira, la gritería, la maledicencia o toda malicia), están presentes en nuestra
vida.
Hoy quiero que tengas en tu mente estas
tres palabras: benignidad, misericordia y
perdón.
Palabras que en el mundo de hoy se
escuchan mucho pero se aplican tan poco. Si queremos ser luz en este mundo,
aplicar estas 3 palabras van a darle la gloria a Dios y a marcar esa diferencia
que como hijos de Dios debemos marcar.
Vamos a mirar alguno significados de estas
palabras, y lo vamos a hacer no con el propósito de tener un conocimiento con
respecto a ellas, si no con el firme propósito de buscar vivir por lo menos una
de tantas cosas que vemos de estas palabras.
Benignidad: bondad, benevolencia, delicadeza, dulzura,
compasión, docilidad, generosidad, apacibilidad.
Misericordia: piedad, compasión, comprensión, ternura.
Perdón: piedad, compasión, comprensión, ternura,
bondad
La conclusión final de la entrada de hoy
es que brillemos siguiendo el ejemplo de
quien nos perdonó primero (Dios), y que el resultado final sean más personas alabando su nombre, reconociéndolo
como su salvador y viviendo una vida que se conforme a su voluntad.
“3:12 Vestíos, pues, como escogidos de
Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad,
de mansedumbre, de paciencia; 3:13 soportándoos unos a otros, y
perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que
Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.3:14 Y sobre todas estas
cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. “Colosenses 3:12-14
Lindo día y nos vemos mañana.
Juan
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