Es impactante ver
como la Palabra de Dios aplica a cada momento de la historia. Hoy mismo en
pleno 2019, estamos viendo como el amor al dinero, la vanagloria de la vida, los
deseos de los ojos y de la carne, están llevando al mundo entero a un caos
total, un mundo totalmente corrupto, cada uno buscando la forma de enriquecerse
a costillas de los demás, sin ningún tipo de principios morales, es triste y
lamentable, pero si Dios lo escribe es porque ÉL conoce la naturaleza pecadora
del hombre. Veamos:
10El que ama el dinero, no
se saciará de dinero; y el que
ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad.
11Cuando aumentan los bienes, también aumentan los que los consumen. ¿Qué
bien, pues, tendrá su dueño, sino verlos con sus ojos? 12Dulce
es el sueño del trabajador, coma mucho, coma poco; pero al rico no le deja dormir la
abundancia. 13Hay
un mal doloroso que he visto debajo del sol: las riquezas guardadas por sus
dueños para su mal; 14las cuales
se pierden en malas ocupaciones, y a los hijos que engendraron, nada les
queda en la mano. 15Como salió del vientre de su madre,
desnudo, así vuelve, yéndose tal como vino; y nada
tiene de su trabajo para llevar en su mano. - Eclesiastés 5:10-15
El dinero nunca ha
sido, ni será la felicidad del mundo. Lo más sabio, es tener lo necesario, sin
llegar a amar el dinero, ya que este jamás saciará nuestras vidas. El que ama
el dinero se vuelve esclavo del mismo, se convierte en su ídolo y ya no puede
ni dormir y mucho menos disfrutarlo pensando en que se irá de sus manos.
El dinero es
solamente vanidad, es una máscara falsa que domina nuestra sociedad y el que
nos ha llevado a un estado tan lamentable (I Timoteo 6:3-10). Nuestro clamor
diario debe ser: Dios mío, no me des riqueza ni pobreza, dadme el pan necesario
(Pro. 30:7-9).
Es necesario que
clamemos a Dios para que sea ÉL quien gobierne nuestras vidas, quitando de
nosotros cualquier afán por hacernos ricos. Lo he visto, lo he vivido casi en
carne propia. El dinero es un cáncer que carcome a la humanidad, de manera que
¿Por qué enamorarnos de él?. Lo que Dios dice es muy real, la gente anda tras
las riquezas de los demás, uno tiene “amigos” cuando tiene riquezas.
El buen consejo de
Dios es que descansemos en paz, contentos con el día a día que Él nos regala
(Mateo 6:33). Es lamentable ver como mucha gente se concentra en acumular más y
más riquezas sin importarle como las consiga, sabiendo que se esfumarán y que
una vez que mueran NADA podrán llevarse…¡ Que tristeza !
- Disfrutar PLENAMENTE de los que Dios nos da día a día… Nada de AVARICIA ni AFÁN por RIQUEZAS
- No enamorarnos del dinero
- Entender que jamás nos saciaremos con el dinero
- Comprender que ningún fruto sacaremos del amor al dinero
- Dejar la vanidad a un lado y vivir conformes teniendo sustento y abrigo
- No afanarnos por hacernos ricos, vivir contentos con el pan que Dios nos da día a día
- El dinero es algo que se esfuma y solo trae desgracias
- Descansar en paz con lo que Dios nos da
- Quitar de nosotros el afán por hacernos ricos, lo cual de nada bueno servirá.
- Entender que al morir, nada nos llevaremos
El amor al dinero… Muy grave
1. El amor al dinero es pura
vanidad, no aprovecha (Vs 10-11)
2. El amor al dinero
esclaviza y acaba con la paz (Vs 12)
3. Así como vienen las
riquezas, así se esfuman (Vs 13-14)
4. Nada llevaremos a la
tumba (Vs 15)
Dios nos ha recordado hoy acerca del
tema del amor al dinero, la triste
vida de los que se dedican a hacer riquezas. Es una enseñanza que viene de un Dios
humilde, que día a día nos enseña sobre la manera de vivir justamente con lo
que ÉL nos da. Un Dios que nos dejó el ejemplo claro de un estilo de vida
digno, con humildad, en la persona de Su Amado Hijo Jesús, y en cada uno de los
apóstoles.
Creo que es un pasaje que impacta y nos ayuda a tener más claridad sobre
la importancia de vivir gozosos con lo que Dios nos da, sin envidiar para nada
a los que tienen mucho. Lamentablemente el estado final de ellos será muy
triste, irán a un infierno eterno y no podrán llevarse nada, absolutamente
NADA.
Jovencitos, es para aplicarlo YA MISMO, siendo sabios en el manejo de los recursos que Dios
nos da, no desperdiciando nada y siendo agradecidos por el techo, el abrigo y
el alimento que Dios nos da todos los días.
Fabio