Esta semana en Éxodo 34:11-17 el Señor nos da una
clara advertencia contra la idolatría, sin embargo en medio de esta porción de
la palabra los versículos 12, 15 y 16 establecen lo siguiente:
“Guárdate de hacer
alianza con los moradores de la tierra donde has de entrar, para que no
sean tropezadero en medio de ti.
/
Por tanto, no
harás alianza con los moradores de aquella tierra; porque fornicarán en pos
de sus dioses, y ofrecerán sacrificios a sus dioses, y te invitarán, y comerás
de sus sacrificios; o tomando de sus hijas para tus hijos, y fornicando sus
hijas en pos de sus dioses, harán fornicar también a tus hijos en pos de los
dioses de ellas.”
El Señor es claro respecto de no asociarnos con el mal,
teniendo claras las consecuencias que eso traerá, acercándonos al pecado y la
corrupción, Dios sabe que este tipo de uniones o pactos con los incrédulos nos
alejarán interrumpiendo nuestra intima comunión con él.
Veamos algunos pasajes que nos corroboran este consejo.
No seguir a los que obran
mal
Éxodo 23:2: “No
seguirás a los muchos para hacer mal, ni responderás en litigio
inclinándote a los más para hacer agravios;” Para el mundo y sus mayorías la
maldad es aceptada y para nosotros el bien se desprende de la verdad eterna
contenida en la Biblia.
Agradar a Dios
Salmos 1:1: “Bienaventurado
el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de
pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;” Dios ve con buenos
ojos estar separados de los que hacen el mal y nos asegura buenas consecuencias
por actuar acorde con su voluntad.
Los senderos prohibidos
Proverbios 4:14: “No entres por la vereda de los impíos, Ni vayas por el camino de los
malos.” El Señor nos ordena no transitar en esas direcciones sabiendo los acontecimientos
que resultarán de ello.
Ni siquiera en nuestros
pensamientos
Proverbios 24:1: “No tengas envidia de los hombres malos, Ni desees estar con ellos;”
Dios desea que nos conservemos buenos aún en nuestra mente y no maquinemos
ninguna sociedad con el mal.
Aplica para los que se
hacen llamar hermanos
I de Corintios 5:11: “Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose
hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho,
o ladrón; con el tal ni aun comáis.” Nuestra condición de cristianos y la
salvación de las consecuencias del pecado deben verse reflejadas en obras
completamente diferentes a las relacionadas con las tinieblas, ser cristiano no
es un título sino un modo de vida alejado del mundo.
Una especie de yugo
desigual
II de Corintios 6:14: “No os unáis en yugo
desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la
injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?” El Señor nos indica que
las alianzas abarcan diferentes aspectos de nuestras vidas incluyendo lo
sentimental, los negocios, proyectos de vida, niveles de madurez, trabajos,
entre otros.
Jóvenes, así como en la tierra de los cananeos estamos en
el mundo expuestos a conformar alianzas con el mal que no son del agrado de
Dios, nuestro objetivo es reconciliar a los incrédulos con el Señor y jamás
menguar nuestra condición de cristianos en pos de un beneficio terrenal y
temporal.